La industria automotriz acapara, vía la compra de neumáticos, la mayor parte de la demanda global de caucho, por ello, una expansión de las compras suele generar subas de precios en las cotizaciones y viceversa.
En 2023 y lo que va de 2024, las ventas crecieron a buen ritmo impulsadas por el recambio tecnológico (vehículos eléctricos) y la existencia de una demanda reprimida por las restricciones de oferta que estuvieron vigentes en la post pandemia.
De momento las ventas siguen en terreno positivo, pero cada vez crecen menos.
En mayo, crecieron 2% las ventas de automóviles en China, cifra inferior a la tasa de crecimiento de abril.
De manera similar, la Unión Europea experimentó una caída intermensual de alrededor del 11% en los patentamientos de abril.
Y si bien Estados Unidos logró alcanzar un crecimiento del 9% en mayo, el ritmo se ha desacelerado significativamente con respecto a la tendencia observada en febrero y marzo.
A esto se suma la guerra comercial que Europa y Estados Unidos mantienen con China, lo que podría derivar en una ralentización de las exportaciones de vehículos eléctricos del país asiático.
Las proyecciones de la industria para 2024 pronostican un aumento de ventas, pero a un ritmo mucho menor que en 2023.
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