En agosto, los fletes marítimos vuelven a mostrar una tendencia descendente. Analizar este comportamiento es clave para entender cómo planificar los próximos meses.
Después del salto de mitad de año, las tarifas empezaron a ceder. El motivo principal es la acumulación de inventarios que redujo la necesidad de nuevos envíos, generando el típico patrón de sobre-reacción seguido por contracción, que ya vimos en ciclos anteriores.
Las navieras intentaron ajustar su capacidad, pero el exceso de oferta persiste. Al mismo tiempo, la confiabilidad de los embarques alcanzó máximos pospandemia, con menos demoras y cancelaciones, lo que aumenta la oferta efectiva de transporte y contribuye a mantener las tarifas bajo presión.
En la ruta Asia–Sudamérica, los costos se mantuvieron más altos que en otras regiones. Sin embargo, en las últimas semanas también comenzaron a bajar. Según DHL, la normalización completa de tarifas en esa ruta se espera hacia septiembre.
Para las empresas del sector, contar con visibilidad en la evolución de los fletes es fundamental. Desde ALRUBBER ponemos el foco en traducir estos cambios en información práctica, que ayude a planificar costos logísticos y anticipar escenarios de mercado.