Abril y mayo fueron meses con tendencia claramente alcista. Junio corrigió gran parte de la suba.
En julio, la norma fue la estabilidad. Más allá de las oscilaciones habituales, no hubo una tendencia clara en ninguna dirección.
En un mes sin grandes novedades, esta estabilidad es el resultado de dos fuerzas contrapuestas. La oferta, aunque salió del pozo sigue en niveles bajos, lo que presiona el precio al alza. La demanda, muestra signos de debilidad especialmente por malos resultados en China. Por la suma de ambos factores, el mercado aún no encuentra una tendencia clara.
China mostró malos indicadores de actividad industrial y también en el sector de la construcción. La mala performance del principal importador mundial de caucho generó pesimismo en los inversores e hizo que se especulara con una baja de precios. Este efecto primó en las primeras semanas del mes.
Hacia finales de julio y principios de agosto, esto fue compensado por un desmejoramiento en las condiciones de producción. La oferta de caucho natural venía repuntando sensiblemente desde junio pero, como venimos diciendo, se mantiene en niveles históricamente bajos. El clima acompaño la recuperación y motivó una caída de precios hasta mediados de mes. Sin embargo, en las últimas semanas la oferta se interrumpió por intensas lluvias en el Sudeste Asiático. Como resultado, los precios rebotaron levemente.
Actualmente, el balance de ambas fuerzas es equilibrado. En el muy corto plazo los problemas de oferta siguen prevaleciendo, por lo que la mayor parte de los analistas espera (sin jugarse demasiado) un crecimiento moderado de precios para agosto. No obstante, a mediano plazo no vemos todavía ninguna tendencia muy definida.