El año comenzó con un bloqueo en el Mar Rojo causado por ataque de los hutíes, un grupo rebelde que controla la costa occidental de Yemen. Esto desvió rutas hacia el sur de África, incrementando las tarifas globales hasta un 60%. Aunque las rutas de Asia a Sudamérica tuvieron un impacto menor, también sufrieron retrasos y costos adicionales.
Entre febrero y abril, las tarifas globales bajaron un 19%, gracias a la adaptación de las navieras y la calma en la demanda tras el Año Nuevo Chino. Sin embargo, este alivio fue breve.
Entre mayo y agosto, las tarifas alcanzaron máximos históricos debido a un aumento de ataques a barcos en Yemen y un inusual adelantamiento de compras. Países como Brasil concentraron importaciones de vehículos eléctricos antes de la suba de aranceles, ocupando gran parte de la capacidad disponible.
A partir de septiembre, las tarifas comenzaron a bajar con la normalización del Canal de Panamá y la resolución de conflictos laborales en Estados Unidos. Aunque los precios aún son altos, muestran una tendencia más estable de cara al 2025.
Este año 2025 podría traer una leve baja de tarifas gracias al incremento de la capacidad de flota y mejoras en la operación. Sin embargo, factores como el bloqueo en el Mar Rojo y ajustes en Brasil podrían generar nuevas presiones en el mercado.